El monasterio de Sant Pere de Rodes
Al norte del cap de creus, marcado por la tramuntana típica de la zona, y reinando encima de El Port de la Selva lo encontraremos. Totalmente integrado en un entorno de montañas agreste. Se desconoce el porqué de esta remota ubicación, pero lo que sí sabemos es que es uno de los monumentos más importantes de Catalunya e insignia de Port de la selva.
Este monasterio, fue antiguamente unos de los más peregrinados por devotos al culto, contribuyendo a hacer crecer su importancia.
Su belleza arquitectónica, las preciosas vistas al mediterráneo hacen que a día de hoy siga recibiendo muchísimas visitas.
Municipios de la ruta
CUANDO NACE EL MONASTERIO
Las primeras noticias que se tienen de los orígenes del monasterio se remontan al año 878. Se ha podido constatar con unos restos encontrados, que corresponderían a un antiguo templo de culto que pertenecería al conjunto de la celda monástica consagrada a san Pedro de dicha época. Pero la construcción del actual monasterio no empezaría hasta medio siglo después.
Dada su ubicación, en la pendiente de la montaña de la Verdera, se construyó por terrazas. La parte central, el claustro (S.XII), está rodeado por el resto de construcciones. Está construido con planta de cruz latina y con tres ábsides y tres naves cubiertas. estas naves son delimitadas por una doble columna con capiteles de de influencia corintia. Estuvo reformándose durante todo el S.XII y delante de la iglesia se construyó la galilea que contenía sepulcros y tumbas funerarias, y varias portadas, entre ellas la del maestro de cabestany que dividía este espacio de la iglesia.
Al igual que en Santiago de Compostela, contenía una puerta santa que sólo se abría durante el año jubilar.
Sus años de esplendor duraron hasta finales del S.XIV, i fueron en descenso hasta el año 1835 que fue abandonado.
La peregrinación
Al convertirse en un importante punto de peregrinación, el conocido camino de Santiago tiene su inicio en este monasterio del orden de San Benito. Aunque al principio no fue incluido en el recorrido. Se incluyó tras constatar su importancia como lugar de paso para los que se dirigían a Roma y Tierra Santa en el año 979. Desde entonces, la peregrinación aumentó durante y después de siglo XI.
LOS ALREDEDORES DEL MONASTERIO
El pueblo más cercano es el Vall de Sant creu, pueblo que pertenece a El Port de la Selva. Al estar ubicado en un paraje natural, es en este municipio donde habitualmente se inicia la subida a pie al monasterio. De Vall de Sant Creu, destacaremos la iglesia de Sant Fruitós que se estima su construcción en la misma época que el monasterio de Sant Pere de Rodes.
Recordamos que está ubicado en la cordillera de la Verdera, cordillera repleta de riegos y arroyos que abastacían de agua el monasterio, que hoy en día se conserva la Fuente del Raig o de los Monjes. Antaño, pero, el agua de la Verdera era conducida al monasterio a través de una cisterna que la encontraremos a los extramuros del Castillo de San Salvador, en la cima de la montaña a unos 25 minutos a pie desde Sant Pere de Rodes.
LOS INICIOS
Sus orígenes son desconocidos, pero rodeados de leyendas. Una de ellas nos puede ayudar a comprender el por qué fue construido en este punto. Antiguamente se dice , que la punta del Cap de Creus era llamada el Cabo de Venus, su nombré cambió a partir de que un navío con tripulantes cristianos se encontrara en medio de una gran tormenta y temieran por sus vidas. En ese momento rogaron a Dios por sus vidas y al ser salvados, decidieron llamarla el Cap de Creus.
La mayoría de las leyendas que rodean el monasterio, provienen del mar y de la vertiente cristiana que adquirieron las montañas del Cap de Creus. Otra narración cuenta que el monasterio nació en el año 608, tras el desembarque de unos monjes con valiosas reliquias de Roma. Se dice que dichas reliquias contenían, entre otras, los restos de San Pedro el apóstol y otros santos. Con el fin de ponerlas a buen recaudo consideraron que ese era un buen lugar para esconderlas.
Cuando consideraron que el peligro habia pasado, quisieron recuperarlas, al no encontrar el punto exacto donde las escondieron, decidieron levantar el santuario, y así, establecer la vida monástica en el mismo.
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